fractura de pie 2002

Al observar esta foto me vienen a la mente dos cosas… la primera es qué pantalones tan grandes!! jajaja y la segunda es.. qué bolas tan grandes!!.. es decir, no crean que LA BOLA que tengo pegada al pie es mi tobillo de todos los días, no señor.. lo que ven uds. es el único pedazo de evidencia de lo que fue aquel fatídico 1ero de julio del 2002… así es, hace ya cuatro años (me pregunto sobre qué postearé en un año... que se cumplirá un lustro de esa caída… probablemente sobre cómo hacía un año exactamente me preguntaba sobre lo que postearía un año después… ahhh así funciona la mente. Jaja q flojera me doy…)

Bien. .pues qué demonios me pasó?? Me aventé de un segundo pijo?? Me empujó la competencia que quería con mi en ese entonces pretensa hoy ex??? Me resbalé corriendo como niño menso por la alberca?? Me rompí el tobillo bailando salsa??? Bueno.. para empezar.. quién dijo que me rompí el tobillo??

Lo que ven en esa foto es un tobillo partido (les debo la de la radiografía) en tres y por atrás un esguince de 3er grado multicolor que con el paso de las semanas se puso moradín, aqua, tornasol, negro, amarillo… principalmente negro, pero no obviemos todos los bellos colores que ni yo sabía que existían y que aparecieron ante mis ojos y sobre mi pantorrilla.

Ahh… si tan sólo hubiera sabido yo aquella fresca mañana al entrar al juego improvisado tipo tochito, en el que teníamos que agarrar “un palito” (por más raro que suene) y depositarlo en el circulito del equipo contrario… las reglas? Que no hay reglas, y que se vale de todo. Desde el principio se veía fearsome... teníamos gente fearless, dispuesta a hacer lo que fuera por ganar, había gente sucia, había gente aventada, había gente salvaje… parecía una jauría y yo respeto a los menores que yo quienes también le entraron con ganas al partidillo.

Sin embargo, uno que se echa las responsabilidades como capitán del equipo y fui a afrontar al adversario.

Una jugada en falso, un jalón que no sé de dónde vino (ejemgredyejem) y el pie equivocado en el lugar equivocado me hicieron caer junto con otro buen amigo… o más bien, prensado debajo de otro buen amigo….. y pues ba bai integridad de mi piecito y a morir… Me dolió el golpe, pero por la emoción no escuché nada… fue al intentar pararme y acomodarme sobre mis dos pies que me volví a caer. Al principio no sospeché nada, simplemente me hice a un lado y vi como todos seguían jugando como si nada pasara (a diferencia de lo que muchos pudieran creer esa parte del evento no me dejó traumado de por vida)… pasaron los minutos y el fragor de la herida no menguó, sino todo lo contrario… y yo inocentemente (tenía ambos tenis) no sabía por qué…

En ese entonces ciertas personalidades con las que todavía me relaciono me empezaron a llamar nena llorona y cosas por el estilo, que ya me dejara de panchos, etc., etc., … yo sólo sabía que no podía caminar.. y que tal vez si descansaba un ratito….

Fue hasta que llegué a la alberca que las niñas dejaron sus cuentos y soltaron un simpático “a la ma---“ cuando observaron el pelotón que me traía en el pie… ni yo me lo creía.. dolor sacarme el calcetín pero ahí estaba ante mis ojos: una hinchazón del tamaño del demonio.

Así pues, me llevaron al doctor, unas radiografías, etc., etc… al día siguiente ya estaba yo en muletas y con una pierna hinchada y morada.

Esta última foto es de unos cuantos días después, cuando volví al curso de verano del Colegio Patria… Fue un buen verano, en el que tenía escasas actividades por hacer y una sola meta a largo plazo en mente, así que por qué no “matar el tiempo” on campus?? jaja… pues así pasaron los días.. la verdad me divertí bastante a pesar de mis obvias incapacidades…

Cabe destacar que una vez que me pusieron la fibra de vidrio, el artista que muchos llevamos dentro y algunos de mis amiguitos también llevan dentro, afloró en diseños extraños que adornaron la masculina cosa dura color aqua que tenía en la pata.

Nice.

El artista adentro de mí también afloraba … o bueno, lo que sea que tengo dentro y que gusta del brillante reflejo y la sensación cálida sobre una guitarra eléctrica… porque digamos que de artista no tengo mucho, pero en fin…

Romperse el pie y usar muletas??? Una experiencia que recomiendo al menos una vez en la vida… todo cambia de repente. Moverse de un lado a otro ya no es tan fácil como antes, y uno llega a estar a la merced de quienes le rodean más bien fácilmente, eso sí.

Por otra parte, supongo que los pocos cuidados (romperse el pie el primer día que empiezan oficialmente las actividades vacacionales?!?! No gracias!!!!) que le puse al final del verano (yo sólo quería que me quitaran esa cosa y poder caminar normal) provocaron que por todo 3er semestre de prepa me doliera la pata y no pudiera ni caminar bien (las caminatas que me aventé por toda Ensenada justo después de eso no ayudaron tampoco).

La verdad es que el dolorcillo me siguió hasta un año después o un poco más, en que no podía estirar bien el tobillo sin sentir algo raro, o que me lo estiraran sin –nuevamente- sentir “chistosín”…

Y cuando creía que todo había terminado… cuatro años después zass un día salgo a correr y al día siguiente no puedo ni caminar por el dolor en el pie.. qué demonios pasa aquí, digo yo?!? Bueno, no mucho.. simplemente que al parecer no había calentado lo suficiente, pero como dije: las heridas del pasado vinieron a acecharme una vez más…

Afortunadamente estas últimas semanas he estado haciendo mucho ejercicio, saliendo en bici, etc… y ya casi ni siento nada.. pero el resentimiento es proporcional a la condición física, por lo que a veces viene y a veces va.

En fin, pues la dinámica nos sirve para reflexionar un poco más sobre lo que tenemos y damos por sentado, sin recordar qué tan rápido podemos quedarnos sin eso tan preciado que llamamos salud…

Bueno, ahora sí.. a dormir y mañana a votar, y como dicen… break a leg!!!