una cosa lleva a la otra (parte iii)

Si tuviera que hacer una tesis de mi vida, lo más seguro es que la titularía así: una cosa lleva a la otra.

En esta ocasión no haré una exposición, ni ensayo, ni cosa por el estilo… llegué a un punto en que me di cuenta de que real y sencillamente, la persona que soy ahorita es un desarrollo “con ganas” de diversos ámbitos. Estos ámbitos, los cuales por alguna u otra razón podrían entenderse como la definición mundana de quién soy. Qué es lo que hago? Qué me define, qué me diferencía de los demás? Me dan ganas de entrar en el típico ensayo de “Quién soy?” y decir lo que la sociedad cree que soy, para luego decir “pero eso no es quién soy, eso es qué hago”, blablabla... tal vez luego con más tiempo desarrolle el tema. De momento... me maravillaré ante la casualidad.

Fue un momento tan corto.

Fue tan solo un instante, quien me presentó las puertas para tomar una oportunidad. De esas veces en las que piensas... “y si mando todo a volar, agarro maletas y me mudo de ciudad?”, “y si por un momento me lanzo a viajar y vivir al día?”, “y si me vuelvo pepenador?”.. ok, creo q eso le restó seriedad a mi escrito.. whatever.

Mi punto es... hay ciertos entry points para los efectos que más (redundantemente) afectan nuestras vidas. Y como me he cansado de decir, pocas veces son las decisiones “más grandes” las que en verdad resultan ser las más trascendentales. Muchas veces toda la responsabilidad cae en un breve momento, en una al parecer irrelevante decisión, pero decisión que al fin y al cabo trascendió.

Hoy no puedo evitar hacer la pregunta obligada: qué sería de mí hoy, sin los distintos rubros que me definen como persona? Quién sería para la sociedad? Para mis amigos? Para mí mismo? Será que estas preguntas de índole existencial denotan un bajo apego hacia mi identidad propia, nevertheless of whatever is on the outside? En realidad no, simplemente hago la aclaración. Toma tiempo tomarse el tiempo de verdaderamente llegar a conocer a una persona y saber quién es, y es por eso que nos fijamos en ciertos aspectos un tanto “exteriores”. A final de cuentas, podría ser cualquier otra persona. Pero no lo es, lo fui yo, lo fuiste tú… lo fuimos todos cada uno por separado.

De cómo conseguí mi trabajo.

This dates back to the first days of 3^rd semester. No sé por qué, tenía un urge por participar en el SISCTI.. hacer algo diferente. El caso es que fui con el buen Sr. Nacho Melo, y pues casualmente quería traer gente interesante. Google, Skype, Firefox... me llamó la atención. Lo mejor fue que ciertos maestros ALPHA (en ese entonces eran sólo eso, maestros ALPHA, ahora son gente-que-se-cae-y-se-abre-la-espinilla o gente-que-te-contrata-wey-y-te-saca-el-látigo o lo q sea) tenían contacto con un contacto que al parecer tenía contacto con alguien grande dentro de Google. Así pues, después de batallar un rato, logré hacer el appointment con el ese entonces Director de Posgrado en Informática y Electrónica, léase el Dr. David A. Salazar (tocayo!). Por azares del destino, no pude ir acompañado a la primer cita. Una vez en la oficina, el curso de la plática llevó a un ofrecimiento de trabajo en el Centro de Investigación en Informática, en el proyecto PDLib... y .. pues qué puedo decir, estar ahí me ha ayudado en infinitas formas. Obviamente está por un lado todo lo que aprendo de programación, lo cual es bastante, pero también a la gente y amistades que conocí ahí, y por último obviamente el dinerito extra es un aliviane, sobre todo cuando uno se va furtivamente a Durango a mitad del semestre, a rodar.

Si no hubiera ido a esa junta, si no me hubiera acercado al comité de contenido del Siscti XXXI, si no hubiera establecido contacto con el Dr. Garza (que ahora ya es Dir. de la DTIE, btw), y si no hubiera ido solo a su oficina, me pregunto si habría encontrado un lugar en el ámbito de investigación del Tec... tal vez sí, pero mucho tiempo después. Y tal vez ahorita no sabría todo lo que sé... y definitivamente no habría tomado todas las oportunidades a falta de recursos económicos.

Tal vez alguien más estaría ocupando mi lugar, pero así como no me imagino a mí sin PDLib, me pregunto cómo sería PDLib sin mí.

De cómo una niña llevó a la otra y ésta última, a otra.

No solamente las cosas llevan a otras cosas.

Digamos simplemente que se dio una cadena de conocidos que desencadenó en... bueno, el historial que me traigo ahorita. Pero digo, no es así siempre? Raras veces conoces a alguien nomás porque sí. Y esa es la historia que sigue.

De cómo conocí mi altero ego.

Fueron muchas bifurcaciones las que me llevaron por el camino de aplicar para una beca de GE. Pasé a la 2nda ronda, y me llevaron al DF. Ahí conocí a una niña cuyos nodos probablemente se conecten a los míos en más de una forma. Desde la forma de vestir, hasta las crisis existenciales. El gusto por ser geek, la programación, las ganas de dar y hacer algo más. El simple hecho de estar aplicando para una beca.

A ninguno nos dieron la beca, la frecuenté un rato más cuando iba al DF... ahora me odia por tener un blog machista :P

De cómo me volví ciclista.

Esta manía cae en la categoría de cosas que habrían pasado tarde o temprano, pero de eso me di cuenta hasta hace poco. En un principio pensé que había sido azar del destino, y que había encontrado un gusto peculiar por eso.

Data también de principios de 3er semestre, cuando decidí comprar un ventilador de piso. Mi buena vecina (de blog tmb) me convenció de ir a SAM's con su tarjeta de cliente lo que sea. De hecho esto tiene que ver con lo de las niñas, no lo había pensado. Bueno, prosiguiendo con mi tesis, pues voy, y paso por las bicicletas. Estaban entre 1000 y 2000 pesos. Obvio yo no sabía NADA de bicicletas. Sólo andar en ellas, o eso creía yo, jajaja... No sabía lo de la suspensión, sin, delantera, doble... montaña, ruta, freestyle... cero, todo eso no me decía nada. Me surgió la idea loca.. y si tuviera una bicicleta? Haría más fácil mi vida?

Algo que he notado es que una vez que tomo una decisión y estoy seguro de ella, me gusta esperar lo menos posible para llevarla a cabo. En ese sentido soy impaciente e impulsivo. Así pues, a la semana ya había investigado un poco sobre bicicletas, y el 27 de agosto del 2005 compré mi bicicleta Turbo Jazz a $2069 (más como 400 de unos cuantos accesorios). No me canso de profesar la enorme suerte que tuve con esa bicicleta. De suspensión delantera, era la más barata que tenían, y resultó perfecta para mis necesidades…yo no lo sabía en ese entonces, pero las de doble suspensión de ese rango de precios realmente son una basura. La mía tiene todo lo que se ocupa para ganar en categoría de principiantes, y a un buen precio. Y la verdad no es tan pesada. Después de ver todas las aberraciones que ruedan por ahí a precios similares, me es tan fácil pensar que un poquito más a la derecha y hubiera caído en una de esas trampas horribles.

Pero la historia no termina ahí. Fue un semestre después, cuando de pura casualidad asistí a una toma de protesta de Nahualli, el club de desarrollo de videojuegos del Tec. Resulta que de la misma forma y sin saberlo en ese entonces, presencié el nacimiento de otro de los rubros principales que componen mi vida actual: La toma de protesta de la UCBT (Unión Ciclista Borregos Tec, para quienes todavía no lo sepan ¬¬).

Lo demás creo que ya lo expliqué.

Apenas ahora caigo en cuenta de que la bicicleta siempre fue un elemento presente en mi vida. Desde que aprendí a andar en ella yo solo a los... 6 años? (y sin rueditas!), hasta luego que me compraron una bien chida de esas que frenaban cuando hacias hacia atrás los pedales (me gustaba meter todo el freno y derrapar la llanta y dejar marcas jajaja). Salí con un amigo un par de veces. Me caí en el lodo. Me dio miedo, y lo dejé. Por el momento.

Tiempo después me agarré la bici de mi hermana (a la fecha no sé si era para hombre o para mujer... pero a la fecha tampoco sé en qué radica fisiológicamente la diferencia, jajaja.. qué usamos músculos diferentes o qué?) y hacía mis rondas por la colonia. Muy amateur style, pero lo tomé de ejercicio.. duró un rato el hábito, aunque no más de un par de semanas.

Ya en la preparatoria y antes de que me soltaran el carro (todas las bicis de la casa habían desaparecido misteriosamente, apenas ahora aceptamos que tal vez se las robaron.. jaja), terminé pidiendo prestada una bicicleta a un amigo, quien a cambio de no recuerdo qué favor (no piensen mal), me la dejó casi indefinidamente. Por un rato la tuve e hice unas rondas un poco más largas. Más específicamente, de mi casa al Colegio Patria (está poco antes de la caseta de San Miguel, para quienes no lo sepan, no sé cuántos kilómetros pero son como 20 minutos en carro y es carretera). Fue ahí cuando me di cuenta de que era un excelente ejercicio... le di y le di.. llegaba muy cansado, y regresaba más cansado todavía. Fueron buenos días. Una vez me fui caminando y tomando fotos también, hice como dos horas. Creo que no he revelado las fotos tomadas con mi Nikon no sé qué modelo... en blanco y negro. Tal vez las revele pronto. Sí, tal vez lo haga.

Total... ése fue el final de mi incursión en el ciclismo, hasta ahora. Debido al historial y a esa inquietud por andar sobre ruedas, es que creo que no se puede clasificar este rubro como algo que “tal vez no hubiera pasado”...

Como quiera, es curioso darse cuenta cómo a veces te gusta algo. No hay forma de explicarlo.. no sé si sea el viento, la sensación de libertad, el buen ejercicio, el aire fresco, el ego, el querer ser diferente... alguna vez pensé que era el sentimiento de huir (ejemdurangoejem) pero ya hace rato de eso, y ahí sigo, habiéndolo adoptado como estilo de vida.

Sepa.

A lo que voy con todo esto es que a veces tenemos ciertos logros en la vida o tomamos decisiones que trascienden de una forma muy importante, al grado que forman parte de tu identidad actual. No sabemos si tal vez, si no hubiéramos hecho alguna u otra cosa, ahorita nos encontraríamos en el mismo punto, con las mismas habilidades o características desarrolladas. Tal vez sí, para aquellos quienes creen que hay cosas which are “meant to be”, que iba a pasar de una forma u otra... y tal vez no, para aquellos quienes creen en la causalidad, o que una cosa lleva a la otra.

Yo estoy un poco en medio.