"...Si a cierta altura
Hubiese doblado hacia la izquierda en lugar de hacia la derecha"
..usualmente significa la diferencia entre ver y ser visto.
Es sabido y admirado por muchos que para que dos personas se encuentren en la calle o al cruzar una esquina, se requiere que se cumplan una cantidad casi infinita de variables, desde mucho tiempo atrás….
Acongojante resulta imaginar en todas las posibilidades existentes… no por nada se habla de universos paralelos, realidades posibles y teóricas… y en gral. la teoría del caos…
Hay quienes creemos en la causalidad, pero aún así, a veces llega el momento en que no podemos sino llamarle un arte, si no es que un acto de magia.
A veces esa magia nos favorece… entonces creemos en un destino, en un dios, en una razón de que por algo pasan las cosas, o como yo lo llamo en forma reducida: una cosa lleva a la otra (sí, intento que al poner esa frase aparezca mi blog y no un post de un wey equis hablando de funciones y no sé qué más).
En otras ocasiones – a veces mayoritarias, como hoy-, esa llamada magia no nos favorece, y es entonces cuando maldecimos y la llamamos magia negra, oscurantista, mala suerte, satanás, barney, o como le quieran llamar.
Es lo que pasa y lo que se siente cuando escoges un pasillo pudiendo haber escogido otro, y te das cuenta de lo que pudo haber pasado; o, de la misma forma, cuando unos segundos te terminan separando de tu destino final, segundos que por “azares del destino” se acumulan, formando valiosos minutos y arruinando la oportunidad.
Hay quien dice que las oportunidades no se buscan.. se crean.
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