jueves, diciembre 29, 2005

The Gift of Men

Platicando en numerosas ocasiones con gente cerana a mí acera de la muerte, solamente quise recalcar mi opinión acerca de este aspecto inherente de la vida.

Hay quienes opinan que después de morir, nos convertimos en parte de la nada. O más bien, no somos nada (no lo quise escribir al principio por la ambigüedad de la construccion jeje). Esto es fácil de decir, pero difícil de imaginar. Estamos acostumbrados a pensar, luego, en el sentido lógico de la palabra (mucha gente confunde el luego en “Pienso, luego, existo” (Descartes, I believe?) con el significado secuencial, cronológico o causa-efecto, pero creo que se refiere a una especie de silogismo.. muy cortito), a existir. Como tal, en el momento en que dejamos de pensar, dejamos de existir y nos convertimos en nada… nada.. nothing, rien…
Otra gente es más bien de la opinión que siempre somos energía, y que al morir ésta simplemente se recicla, por decirlo de alguna manera, y procede a formar parte del mundo que nos rodea, o a encarnar en otra forma viviente. Creo que simpatizo más con esta visión, pues como buen humano me parece inconcebible (se escribe así?) la idea de desaparecer y ya… no por nada toda esa gente que se inventó religiones habla de un paraíso con florecitas y maripositas y arcoiris (no quisiera ser alérgico en ese paraíso). O bueno, también cada quién habrá de tener su propio paraíso, prefiero algo un poco más al estilo de What Dreams May Come.

Sea como sea, mi visión sobre la muerte, aunque realmente no la he experimento de cerca (probablemente después mi opinión cambie un poco, jajaja), se ve influenciada en gran manera por El Señor de los Anillos (obviameeeenteee!!) en el sentido que omparan la tasa de mortandad entre los elfos y los humanos… jajaja, obviamente los hombres le ganan a nuestros elfos mágicos, y por mucho… aunque esto no es una desventaja. La visión es que la muerte es el regalo de los hombres (The Gift of Men), en el sentido de que sabes que nada es para siempre (o se supone que lo sabes) y todo terminará tarde o temprano (y no hablo de la canción de Camilo Sesto), y esto es lo que hace que cada momento en la tierra (o en la tierra media, como lo quieras ver) sea especial, y sea una oportunidad única.
Al final, muchos elfos terminaban perdiendo el amor por la tierra y las ganas de vivir, se cansaban de vivir años en cifras de cuatro números y se iban a otro lugar (alguien osó decir que eran como los tamagotchis y que cuando morían se iban a su planeta aka Valinor… oh espera, fui yo jijiji). Algunos hasta envidiaban a los hombres.

Nevertheless, a veces no es malo ponerse a pensar un poco que en cualquier momento podemos morir.. el hecho de que ese evento no llegue nos hace dar por sentado muchas cosas que para la gente que estuvo en terremotos, tsunamis, barcos que se hunden, aviones que se estrellan, un choque en la calle o tal vez cruzar una calle sin voltear a ambos lados, no son tan permamentes y son tan volubles como.. como… las olas en Ensenada… wow, qué olas el otro día… no sé mucho de olas y dicen que como esas hay en otras playas en los alrededores de Ensenada (malditos surfos, se creen que lo saben todo), pero tomemos en cuenta que hacía más de cuatro meses (poco más que NADA) que no veía ni siquiera el mar….

Volviendo al tema, niños, aprovechen cada momento en esta tierra, no se enojen porque como dijo una vez un sabio, “el que se caga, pierde” (literalmente), despídanse con una sonrisa siempre (esto se lo robé a una amiga), nunca saben cuándo es la última vez que verán a esa persona, y sobre todo yo diría, ser honestos con uno mismo y los demás, y respecto al eterno dilema de balancear el presente y el futuro… podría decir que el futuro no existe pero entonces mi plan de vida se va para abajo y no queremos pensar en eso así que simplemente… a vivir cada día con la pura felicidad de estar vivos! (o carpe diem dirían algunos).


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